martes, 28 de mayo de 2013

Rawls Jhon "Teoria de la Justicia"


1. ¿Que es la racionalidad dialéctica?

John Rawls distingue entre ser racional y ser razonable:

Ser racional implica tener una idea de lo que se considera bueno y perseguirla. Ser razonable implica estar dispuestos a perseguir ese bien en una sociedad donde unos respetan a otros como iguales y aceptan ciertos mutuos términos de cooperación, adhiriendo voluntariamente a un par de principios mínimos de justicia.

La Dialéctica, en filosofía, es el método que investiga la naturaleza de la verdad mediante el análisis crítico de conceptos e hipótesis y la evolución de las ideas se produce a través de un proceso dialéctico.

Las personas en la posición original son racionales. Por ello preferirán tener más bienes primarios a tener menos. La envidia se encuentra ausente, pues ella provocaría una desventaja para la totalidad.

Es razonable que en la posición original se opte por un principio de justicia que exija una distribución igualitaria. Y ello es así en virtud de que no sería posible saber en qué situación estarán una vez que se corra el velo de ignorancia (El velo de ignorancia hace posible la elección unánime de una determinada concepción de justicia). Por tanto, todos elegirán esta opción. Pero ello no es definitivo, ya que las sociedades deberán tomar en cuenta también la eficiencia económica y las exigencias de la organización y de la tecnología. Ya que las partes comienzan a partir de una división igualitaria de todos los bienes sociales primarios, aquellos que se benefician menos tienen, por así decirlo, un derecho de veto. Tomando la igualdad como punto de comparación, aquellos que han ganado más tienen que haberlo hecho en términos que sean justificables respecto a aquellos que han ganado menos. Mediante un razonamiento de este tipo pueden, entonces, llegar las partes a los dos principios de la justicia seriamente ordenados.


2. ¿A qué le llama el bien aplicado a las personas?

El bien de una persona, se refiere a la lograda ejecución de su proyecto racional de vida, y de sus bienes menores como parte del mismo.

De modo que la libertad y las oportunidades, los ingresos y la riqueza y sobre todo el respeto propio son bienes primarios, que se explican mediante la teoría tenue, es decir mediante la concepción de la bondad como racionalidad.

Por ejemplo, podemos identificar una función o posición básica, la del ciudadano, y luego decir que una persona buena es la que tiene, en un grado superior al promedio, las propiedades que es racional que los ciudadanos deseen unos en los otros.

En segundo lugar, el concepto de una persona buena puede interpretarse como la que requiere alguna valoración general o media, de modo que una persona buena es la que se desenvuelve bien en sus diversas funciones.

Por último, pueden existir propiedades que es racional desear en las personas, y una buena persona es la que tiene, en un grado superior al de la persona media, las propiedades de base amplia que es racional que las personas deseen unas en otras.

Las virtudes fundamentales se encuentran entre las propiedades de base amplia que es racional que los miembros de una sociedad bien ordenada deseen los unos de los otros.

Debemos distinguir entre:

Los valores naturales, son fuerzas naturales desarrolladas por la educación, y por la instrucción, y ejercitadas, a menudo, de acuerdo con ciertas características intelectuales o de otro tipo.

Las virtudes morales, son sentimientos y actitudes habituales que nos inducen a actuar de acuerdo a determinados principios de derecho, se identifican empleando la concepción de justicia ya establecida.

Una persona buena, es la que tiene en un grado superior al promedio los rasgos de base amplia del carácter moral que es racional que las personas deseen las unas en las otras y las virtudes fundamentales se encuentran entre las propiedades de base amplia que es racional que los miembros de una sociedad bien ordenada deseen los unos de los otros.

Ejemplos de virtudes: prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza

Las virtudes son excelencias, son buenas desde el punto de vista de nosotros mismos, así como desde el punto de vista de los demás. La carencia de ellas tenderá a socavar tanto nuestra propia estima como la estimación que nuestros compañeros tienen por nosotros. Por tanto, las manifestaciones de estas faltas herirán el propio respeto con sentimientos asociados a la vergüenza.

La idea de justicia como imparcialidad, se refiere a que los principios de la justicia son aquellos en los que estarían de acuerdo las personas racionales en una situación original de igualdad, allana el camino para la extensión de la definición del bien a las cuestiones de la bondad moral.

3. ¿Cuáles son los elementos de la teoría del bien?

La función de la teoría del bien, es definir a los miembros menos favorecidos de la sociedad, la teoría no define una medida de bienestar, no nos dice hasta qué punto se hayan perjudicados los menos afortunados, porque su índice de bienestar se especifica en términos de bienes primarios (libertad, respeto propio y riqueza), que los individuos racionales desean para llevar a cabo su plan de vida. Algo es bueno cuando se ajusta a las formas de vida compatibles con los principios del derecho ya existentes

Rawls llama a la descripción del bien como la teoría tenue, cuyo propósito es asegurar las premisas acerca de los bienes primarios requeridos para llegar a los principios de justicia. Una vez elaborada esta teoría y explicados los bienes primarios, seremos libres de emplear los principios de la justicia en el ulterior desarrollo de lo que el autor llama la teoría completa del bien.

La teoría tenue del bien, sirve para esclarecer la preferencia racional por bienes primarios (libertad, respeto propio y riqueza) y explicar el principio de racionalidad subyacente en la elección de principios, en la situación original, esta teoría es necesaria para sustentar las premisas de las que derivan los principios de justicia.

El rasgo característico de la teoría completa del bien, consiste en que considera los principios de la justicia como ya asegurados, y luego usa estos principios para definir los otros conceptos morales en los que se haya implícito el concepto de la bondad, una vez que disponemos de los principios de lo justo, podemos recurrir a ellos para explicar el concepto del valor moral y la bondad de las virtudes morales, pues los valores de la vida humana se hallan sometidos a los principios de justicia.

En una concepción más sencilla del bien, podemos comprender en parte lo que se considera como bueno, aunque no sepamos las características deseadas del objeto que se está valorando, así, los ojos y oídos son los que tienen las propiedades que es racional desear en nuestros ojos y oídos.

Los principios morales tienen gran importancia a la hora de caracterizar las propiedades deseadas, pues estos atributos pueden no bastar, pero son generalmente necesarios. Para que la bondad equivalga al concepto de valor moral, es preciso que las virtudes sean propiedades que las personas deseen, racionalmente, unas de otras.

Así la teoría descriptiva sostiene que “bueno” se utiliza, en especial, con la fuerza de una recomendación o consejo, etc. El significado descriptivo de bueno no es sencillamente una enumeración de propiedades semejantes para cada tipo de cosas, de acuerdo con un convenio o una preferencia. Más bien según explica la definición, estas listas se forman a la luz de lo que es racional desear en objetos de diversas clases.

4. ¿Cuáles son las diferencias entre lo justo y lo bueno?

a. mientras los principios de la justicia son los que se elegirían en la situación original, los principios de la elección racional y los criterios de racionalidad deliberativa no se eligen en absoluto.

En la teoría del bien no se presenta un problema análogo, no hay necesidad de llegar a un acuerdo sobre los principios de elección racional, cada quien es libre de proyectar su vida como mejor le plazca, mientras sus intenciones sean compatibles con los principios de justicia.

b. Un segundo contraste entre lo justo y lo bueno consiste en que en general es bueno que las concepciones de los individuos tienen de su propio bien difieran de modo notable (lo que para unos es bueno, para otros no, podemos estar o no de acuerdo al respecto, podemos consultar con otros pero somos libres de determinar lo que está bien para nosotros), mientras no ocurre lo mismo respecto a sus concepciones de lo justo, y en la justicia si deben existir principios comunes y modos similares de aplicarlos a casos particulares. En una sociedad bien ordenada, los ciudadanos sostienen los mismos principios de derecho y tratan de alcanzar el mismo juicio en los casos particulares. Estos principios tienen que establecer un ordenamiento final entre las pretensiones conflictivas que las personas sostienen unas en relación con las otras, y es esencial que este ordenamiento sea identificable desde el punto de vista de cada uno, por difícil que pueda ser , en la práctica, que cada quien lo acepte.

c. La tercera diferencia consiste en que muchas aplicaciones de los principios de justicia se ven reducidas por el velo de la ignorancia, cuando las evaluaciones del bien de una persona deben basarse en un pleno conocimiento de los hechos.

Los principios de justicia, tienen que elegirse en ausencia de cierta información, en las evaluaciones del bien, la persona debe basarse en el conocimiento de los hechos y solo en la fase judicial se deciden los casos particulares en vista de los hechos pertinentes.Lo justo tiene prioridad, frente a los proyectos de vida de los hombres.

5. ¿Cuando hablamos de una sociedad bien ordenada?
Una sociedad planeada para incrementar el bien de sus miembros y eficazmente regida por una concepción pública de justicia, todos sus integrantes aceptan los mismos principios de justicia y las instituciones sociales satisfacen dichos principios, y la justicia como imparcialidad va de acuerdo a esta idea de sociedad, pues a esos principios se ha llegado por consenso.

Una concepción de la justicia es más estable que otra si el sentido de la justicia que tiende a generar es más fuerte y más capaz de vencer las inclinaciones destructivas, y si las instituciones que permite suscitan impulsos y tentaciones más débiles para actuar injustamente. La estabilidad de una concepción depende de un equilibrio de motivos; el sentido de la justicia que cultiva y los propósitos que estimula deben triunfar, normalmente, contra las tendencias de la injusticia, para valorar la estabilidad de una concepción de la justicia (y la sociedad bien ordenada que define).
Los seres humanos, en una sociedad bien ordenada, pueden adquirir un sentido de la justicia y otros sentimientos morales. En una sociedad bien ordenada, las normas de justicia definen la concepción pública de la justicia.Los ciudadanos que realizan funciones del poder público deben adoptar los puntos de vista de los demás para que exista equilibrio.

6. ¿Cuáles son los principios de la moral?

Según una corriente “clásica”, la ética tiene como objeto los actos que el ser humano realiza de modo consciente y libre (es decir, aquellos actos sobre los que ejerce de algún modo un control racional). No se limita sólo a ver cómo se realizan esos actos, sino que busca emitir un juicio sobre estos, que permite determinar si un acto ha sido éticamente bueno o éticamente malo.

La ética estudia qué es lo moral, cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y cómo se ha de aplicar posteriormente a nivel individual y a nivel social. En la vida cotidiana constituye una reflexión sobre el hecho moral, busca las razones que justifican la utilización de un sistema moral u otro.
En ética, los principios son reglas o normas que orientan la acción de un ser humano. Se trata de normas de carácter general, máximamente universales, como, por ejemplo: amar al prójimo, no mentir, respetar la vida, etc. Los principios morales también se llaman máximas o preceptos.

Los principios son declaraciones propias del ser humano, que apoyan su necesidad de desarrollo y felicidad, los principios son universales y se los puede apreciar en la mayoría de las doctrinas y religiones a lo largo de la historia de la humanidad.

Immanuel Kant fundamenta la ética en la actividad propia de la razón práctica. Considera principios aquellas proposiciones que contienen la idea de una determinación general de la voluntad que abraza muchas reglas prácticas. Los clasifica como máximas si son subjetivos o leyes si son objetivos.

Los principios morales son una codificación de las cosas que el hombre ha descubierto que son malas para él mismo y para los demás en algún momento de su historia, y habiendo descubierto que estas cosas inhibían su propio bienestar, legisló entonces sobre ellos

7. ¿Cómo se puede dividir a la moral?

A. Moral de la autoridad. Es la primera etapa del desarrollo moral. Va de generación en generación. En su forma primitiva es como la del niño: porque consiste en un conjunto de preceptos y no puede abarcar el esquema del derecho y de la justicia que justifique las normas que los padres prescriben al niño.  El niño está sometido a la voluntad de sus padres, a quienes admira, y que son su ejemplo a seguir. El niño está dispuesto a obedecer los preceptos que le mandan sus padres sin que medie recompensa o castigo, porque las prescriben personas poderosas que tienen su amor y confianza

B. Moral de la asociación. Es distinta de la moral de autoridad, por que el niño no puede percibir las intenciones y sentimientos de los demás. En esta existen lazos de confianza y amistad entre los asociados. Las reglas de la moral son inculcadas a una persona por la aprobación o desaprobación de las personas dotadas de autoridad o por los demás miembros del grupo.

Asociaciones: familia, escuela, vecindad: Cada individuo tiene una función en la asociación y debe tratar de cumplirla: ser buen hijo, esposo, compañero, amigo.

Cuando hay una cooperación regular se desarrollan lazos de amistad y confianza mutuos. El incumplimiento de la función genera culpa, y se intenta reparar el daño o admitir que la conducta ha sido errónea o injusta. Cuando hay cooperación mutua, hay equilibrio, todos se benefician y hay una concepción común de justicia. En el aspecto anglosajón es muy importante esta moral de asociación, por el temor a la crítica

C. Moral de los principios. Somos beneficiarios de instituciones de justicia, establecidas y duraderas, nos engendran un sentimiento de justicia, y sentimos culpa si no cumplimos nuestros deberes y obligaciones. Todos los ciudadanos, tienen una común perspectiva de la justicia y sumisión a está.

La moral de los principios adopta dos formas: Sentimiento de rectitud y justicia: incluye virtudes de las morales de autoridad y de asociación, todos los ideales son comprendidos y organizados en un sistema coherente por principios generales. Y  Amor a la humanidad y autodominio: a) SANTO: El amor a la humanidad se incluyen la buena voluntad y la humildad; b) HÉROE: El autodominio se da cuando el sujeto es magnánimo y tiene autocontrol.

Cumplir cada uno con su función y no romper el equilibrio-todo es una cuestión ética

8. ¿Cuál es la relación entre actitudes morales y naturales?

Las actitudes son familias ordenadas de disposiciones, tanto morales como naturales, y las tendencias no tienen que ser necesariamente normativas ni duraderas.

La relación entre actitudes naturales y sentimientos morales se da porque son familias ordenadas de disposiciones características, y estas familias coinciden de tal modo que la ausencia de ciertas adhesiones naturales da origen a la probabilidad de ciertas emociones morales, una vez que se haya realizado el desarrollo moral preciso.

Por ejemplo: Si A estima a B, entonces, a falta de una especial explicación, A tiene miedo por B, cuando B está en peligro, y trata de acudir en auxilio de B. Además si C proyecta tratar a B injustamente, A se indigna contra C e intenta evitar que tales proyectos se hagan realidad

Para confirmar la relación entre actitudes naturales y los sentimientos morales, señalaremos, sencillamente, que la disposición por parte de A a sufrir cuando B sufre o a indignarse por todo lo que le pasa a B, o a ponerse contento cuando esta con B.

Esta situación ejemplifica las actitudes naturales del amor, mientras que las actitudes morales, son aspectos más complejos, pues presuponen la comprensión y aceptación de ciertos principios y una capacidad de juzgar de acuerdo con ellos.

No podemos prescindir de las actitudes morales, y al mismo tiempo de las actitudes naturales, pues entre personas que nunca actuasen de acuerdo con su deber de justicia, excepto por razones de propio interés y de conveniente utilidad, no podría haber lazos de amistad ni de confianza mutua, porque cuando existen estas adhesiones, se reconocen otras razones para actuar rectamente.

El sentido de la justicia es el resultado normal de las actitudes humanas naturales dentro de una sociedad bien ordenada, también es verdad que nuestras impresiones morales presentes pueden ser irracionales y caprichosas. Sin embargo una de las virtudes de una sociedad bien ordenada, es la de que, por haber desaparecido la autoridad arbitraria, sus miembros sufren mucho menos a causa de las cargas de la conciencia opresiva.

El hombre se asocia para sobrevivir por conveniencia y deja su cuestión natural guardada apaciguada aunque termina por aflorar

Puedes tener un gusto natural por la persona pero no te la puedes robar.

9. ¿Cuáles son las bases de la igualdad y cual la diferencia con la equidad (comentar si el autor las distingue)?

Existen tres niveles en los que aplica el concepto de igualdad: Primero: es la administración de las instituciones como sistemas públicos de normas, la igualdad se entiende como la justicia como regularidad, que implica la aplicación imparcial y la interpretación coherente de las normas de acuerdo con preceptos tales como el tratar los casos similares de modo similar. Segundo: el significado de igualdad se específica mediante los principios de la justicia que requieren que a todas las personas se asignen derechos básicos iguales, trata de la capacidad de las personas de tener un sentido de la justicia.Tercero: son las personas morales las que tienen derecho a una justicia igual.

El principio de la diferencia se basa en que, a menos que exista una distribución que mejore a todas las personas, se preferirá una distribución igual.

Las desigualdades sociales y económicas habrán de disponerse de tal modo que sean tanto:

a) Para proporcionar la mayor expectativa de beneficio a los menos aventajados, b) Para estar ligados con cargos y posiciones asequibles a todos bajo condiciones de una justa igualdad de oportunidades.

La estructura básica es un sistema público de reglas que definen un esquema de actividades que conducen a los hombres. La justicia procesal es imperfecta, no hay ningún procedimiento que conduzca al resultado correcto con seguridad. La justicia puramente procesal se da cuando no hay un criterio independiente para el resultado correcto en su lugar existe un procedimiento correcto imparcial tal, que el resultado sea igualmente correcto o imparcial, sea el que fuere, siempre y cuando se haya observado debidamente el procedimiento. Los juegos de azar ilustran esta situación. Las apuestas imparciales son aquellas cuyas expectativas de ganancia es igual a cero. Un procedimiento imparcial hace imparcial el resultado. Para ello se necesita una estructura básica justa para aplicar una justicia puramente procesal.

El principio de la compensación tiende a compensar las desventajas en dirección a la igualdad. Las desigualdades inmerecidas, según este principio, requieren compensación, y dado que las desigualdades de nacimiento y dotes naturales son inmerecidas, habrán de ser compensadas de algún modo. Los hechos no son justos o injustos. Lo justo o injusto es cómo se comportan las instituciones al respecto. Por ello las sociedades aristocráticas o de castas son injustas. La estructura básica de estas sociedades incorpora la arbitrariedad de la naturaleza.

Aquellos individuos con los mayores méritos individuales deben contribuir al beneficio de los demás. La sociedad debería tratar de evitar el área en la cual las contribuciones marginales de los mejor situados son negativas para el bienestar de los menos favorecidos. Debería opera rúnicamente en la parte creciente de la curva de la contribución. Un mérito adicional del principio de diferencia es que proporciona una interpretación del principio de fraternidad. En comparación con la libertad y la igualdad, la idea de la fraternidad ha tenido un lugar menos importante dentro de la teoría democrática. La fraternidad está íntimamente asociada al principio de diferencia.

Equidad- cuantitativo le a quien más lo necesitan-derecho distributivo

Igualdad-cualitativo

Todo debe ser proporcional nunca más ni menos

10. ¿Cuando hablamos del bien de la justicia?

Dadas las circunstancias de una sociedad bien ordenada, el proyecto racional de vida de una persona sostiene y afirma su sentido de justicia. La justicia se combina con el ideal de la unión social, atenúa la propensión a la envidia y al rencor, y define un equilibrio en el que prevalece la prioridad de la libertad.

En una sociedad bien ordenada, un eficaz sentido de la justicia corresponde al bien de una persona, y así se refrenan, cuando no se eliminan, las tendencias a la inestabilidad.

11. ¿Qué es la autonomía y objetividad?

Siguiendo la interpretación de Kant, de la justicia como imparcialidad, decimos que las personas actúan autónomamente sobre principios que aceptarían en las condiciones que mejor expresasen su naturaleza como seres racionales, libres e iguales, así fijamos de manera independiente y racional nuestra concepción de lo justo (no estamos influidos primordialmente por la tradición, la autoridad, la opinión de los demás).

Los conceptos de autonomía (libertad) y objetividad (razón) son compatibles, así, actuar autónomamente es actuar sobre principios en los que estaríamos de acuerdo como seres racionales, libres e iguales.

Y dichos principios son objetivos, son los que desearíamos que todos siguiéramos. Para adoptar en común el punto de vista adecuado.

Hay otros que erróneamente han sugerido que la autonomía es la completa libertad de formar nuestras opiniones morales y que el juicio consciente de todo agente moral debe ser respetado en absoluto. La objetividad se atribuye luego a aquellos juicios que satisfacen todas las normas que el propio agente, en su libertad, ha decidido que son pertinentes.

Y desde el punto de vista de la justicia como imparcialidad lo señalado anteriormente es erróneo, pues ningún sujeto es completamente libre de formar sus convicciones morales, y el individuo no siempre tiene permitido actuar conforme sus opiniones morales, porque no puede imponer a los demás condiciones que violan los principios a los que cada uno prestaría su consentimiento en determinada situación.

En conclusión, una sociedad bien ordenada afirma la autonomía de las personas y estimula la objetividad de sus juicios considerados de la justicia, así las convicciones morales de los integrantes de la sociedad siempre deben ajustarse a los principios que se elegirían en la situación original o, si no se ajustan, al revisar sus juicios para que se ajusten.

 

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