PLAN NACIONAL DE
DESARROLLO.
El Plan Nacional de Desarrollo parte
de una ambición fundamental: la conciliación entre los imperativos de la economía y las exigencias derivadas de
la opción federalista. El excesivo centralismo a que había llegado nuestro país a fines de la década de los sesentas era consecuencia,
entre otras cosas de un relegamiento de los diversos grados de la política
regional en los planes y programas económicos desde el plan sexenal 1934-1940.
Tanto los planes estatales como los
convenios únicos de desarrollo buscaban el fortalecimiento de los estados
entres rubros mayores: la descentralización de la salud, la educativa y las
reordenaciones fiscales
El plan nacional de desarrollo
busca el fortalecimiento de los Estados, el fortalecimiento Municipal y el
desarrollo regional, todos ellos comprometidos al mejor desarrollo del país. De
esta manera se busca la integración de
lo económico con lo jurídico-político, sin dejar de distinguir que se trata
de ámbitos distintos, busca armonizarlos
para lograr el gran objetivo de construir
un territorio y una sociedad más equilibrados.
Con respecto al fortalecimiento
federalista de los estados, el plan precisa que la política del desarrollo
regional tiene como ámbito geográfico fundamental a las entidades federativas
que integran la nación; y que el
propósito básico de esta política es lograr, tanto en lo económico como en lo
social, dar plena vigencia al federalismo impulsando el desarrollo de las
regiones de nuestro país de equilibrada.
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